Debido a que encuentra situada en una zona de mucha actividad volcánica resultan frecuentes temblores de pequeña magnitud y actividad volcánica ocasional, causando así terremotos destructivos que ocurren varias veces cada siglo, resultando a menudo en tsunamis.
Topográficamente tiene un 84 % de territorio montañoso, el 14 % de la superficie se dedica a actividades agrícola-ganaderas, el 66 % a bosques y el 20 % restante está dedicado a otros usos y sus ríos de Japón suelen ser rápidos y abruptos, solo unos pocos son navegables.
Desde la adopción de la constitución revisada en 1947, Japón ha mantenido una monarquía constitucional unitaria con un emperador y un órgano de gobierno democrático llamado Dieta, en la cual las personas mayores de 20 años pueden votar en sufragio universal. En la práctica, es una democracia parlamentaria, el pueblo no vota a un presidente, sino a los miembros del Parlamento y éstos, a su vez, votan a un Primer Ministro de entre uno de ellos.
Tuvo hasta las elecciones de 2009 un partido dominante (el Partido Liberal Democrático) que coexistió con otros partidos menores sin opciones reales de proponer a un primer ministro propio. Esta situación parece haber cambiado y el Partido Democrático ha obtenido escaños suficientes como para provocar una alternancia de poder.
Los gobernantes de cada prefectura son elegidos por el pueblo, pero su independencia está limitada por el presupuesto anual que el gobierno central destina a cada prefectura.
La historia de Japón ha alternado periodos de influencia extranjera con otros muy prolongados de aislamiento total. Desde el siglo XII hasta 1868 Japón estuvo gobernado por sucesivos shogunatos militares que ejercían el poder en nombre del emperador. En el siglo XVII el país entró en un largo periodo de aislamiento que no terminó hasta mediados del siglo XIX. Después de casi dos décadas de conflictos internos e insurrecciones se restauró al emperador Meiji como jefe del Estado en 1868 y se proclamó el Imperio del Japón.
A finales del siglo XIX y principios del XX, los éxitos en la Primera guerra sino-japonesa, en la guerra ruso-japonesa y en la Primera Guerra Mundial permitieron a Japón expandir su imperio y fortalecer sus fuerzas armadas. La Segunda guerra sino-japonesa que se inició en 1937, acabó formando parte de la Segunda Guerra Mundial desde 1941, conflictos que terminaron tras los bombardeos atómicos sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945..La recuperación japonesa tras la guerra ya forma parte de la leyenda. La ocupación americana acabó oficialmente en 1952, cuando EE UU se involucró en otra guerra, esta vez en la península de Corea. el rol de Japón como puesto de avanzada reavivó la economía japonesa. En cualquier caso, su crecimiento desde la década de 1950 puede calificarse de milagroso. Solo a finales de los años ochenta, con el estallido de la llamada “burbuja económica”, Japón volvió a poner los pies sobre la tierra.
Es desde hace varias décadas, una de las grandes potencias económicas mundiales y en la actualidad es la tercera mayor economía de acuerdo a su PIB,aproximadamente un 15% del PIB mundial. Asimismo, es el cuarto mayor exportador e importador de mercancías y por sí sola representa casi 3/4 partes de la economía del continente asiático, y como carece prácticamente de recursos naturales, depende de las importaciones para su aprovisionamiento de energía, de productos agroalimentarios y muchas materias primas.
La economía japonesa se apoya en algunos sectores clave, pero también en la capacidad del país para hacer evolucionar estos sectores y renovarlos, cuando los mercados reducen su demanda. De esta forma, la industria textil, la construcción naval y la siderurgia, que fueron durante una época u otra los sectores más avanzados de la industria japonesa, se vieron desplazados por las industrias manufactureras de importancia estratégica, como el automóvil, las telecomunicaciones y la electrónica, así como hacia los sectores de vanguardia como la biotecnología, microelectrónica etc.
Aplicando así una politica fiscal muy activa y una política monetaria estabilizadora de precios que potencia el crecimiento económico.
Su moneda es el yen.
Aunque Japón renunció oficialmente a su derecho a declarar la guerra tras la Segunda Guerra Mundial, posee unas modernas fuerzas armadas y el quinto mayor presupuesto militar mundial para su autodefensa y el mantenimiento de la paz.
Es miembro de la Organización de las Naciones Unidas, el G8, el G4 y la APEC. Japón es el segundo país con la menor tasa de homicidios, solo por detrás de Singapur, las mujeres japonesas tienen la segunda mayor esperanza de vida y, según la ONU, el país presenta la tercera menor mortalidad infantil del mundo y es uno de los países industrializados donde aún se mantiene la pena de muerte.
Respecto a su cultura la mayoría de los japoneses no están afiliados a una religión en particular, a su vez ellos incorporan varias características de muchas religiones en su vida cotidiana y que dicho proceso es conocido como sincretismo aunque el budismo japonés es la religión practicada mayoritariamente en Japón. Las interrelaciones personales están muy influenciadas por las ideas de «deber», «honor» y «obligación» y le dan gran importancia a la harmonía tal y como se refleja en sus jardines y naturaleza.Ana Valdayo
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